12 nov 2011

Vestido de Flamenca


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Bloguera invitada:
Voz y texto: Nani desde la Casa Encendida

Para mí siempre fue vestido de gitana y es que los recuerdos y las vivencias hacen que estas palabras, o sencillamente tradiciones, se queden pegadas a la piel y al pensamiento.

Recuerdo cuando en la feria de mi pueblo (feria de ganado más popular en su día junto a la de Zafra de toda España), los tratantes y sus mujeres venían con sus borricos, caballos y algunos enseres y más de uno de esos tratos y ventas se hicieron en mi propia casa, aunque su destino era la feria de ganado, pero en esa casa mía se daban comidas y además, se ultimaban al mismo tiempo, negocios, tratos y lo que se terciara.

Francis Luis Mora
The Fortune Teller
(La Pitonisa) 1905 Óleo
Collection of the Butler Museum of American Art, Cleveland
Aunque lo que nos interesa es el vestido de flamenca y a ello voy, sin antes expresar lo que me llamaban la atención esas gitanas con aquellas batas sencillas, largas y complementadas con grandes bolsillos donde guardaban de todo. Más tarde supe que esos bolsillos se llamaban “faltriqueras” y que algunas llevaban en su interior unas sayas a las que cosían más bolsillos de este tipo, para guardar los dineros de las ventas e incluso, alguna comida para reponer fuerzas en las largas horas pasadas en los recintos donde se ubicaba la feria de ganado.

Autor: Juan Miguel Sánchez
Cartel: Sevilla Fiestas de primavera 1929
Semana Santa y Feria Exposición Iberoamericana.

Toda esta retahíla para contaros que más tarde supe que los vestidos de gitana o flamenca como ahora los llamamos, tienen su origen en aquella vestimenta.

De aquellas batas de faena que en un principio llevaban las mujeres humildes y que a partir de la Feria Iberoamericana celebrada en Sevilla en 1929, copiaron las mujeres de posibles para ir al festejo y divertirse a la grupa de los caballos acompañando a sus parejas para luego, bailar en las casetas que también tuvieron su origen en los chambados que montaban los tratantes y comerciantes, con el fin de protegerse de las calores sevillanas.

A las rudimentarias batas de tejido de percal normalmente con un solo volante o dos, se le empezaron a añadir muchos más, encajes de bolillos, madroños y lo que la imaginación y la moda iba imponiendo; ya que a partir de la feria celebrada en la capital sevillana, principalmente en esta ciudad y más tarde en el resto de Andalucía, no faltaba en estos festejos la mujer ataviada con el traje de flamenca al que también se le ha llamado de “Faralaes”, pero eso sería otra historia basada en las mezclas de vestimentas de las gitanas venidas a la península desde Centroeuropa y anteriormente de la India allá por el siglo XIV.

Cabas, R
Mujer vestida de flamenca 1947 Óleo

Universidad de Sevilla
Facultad de Derecho

Feria de Sevilla
Cartel de la Feria de Abril 1961
Autor:José Alvarez Gámez

Con el tiempo fueron cambiando los tejidos por otros más cómodos y menos pesados aunque siempre predominaron los lunares, en ocasiones los estampados llamativos, tiras bordadas, pasamanería, cintas de raso, para ahora hacerlos más ligeros, pero siempre, resaltando la figura femenina (cuerpo de guitarra que también se le llama), ya que se ciñe al cuerpo para resaltar las formas; no siendo así en un principio, ya que era más ancho en la cintura de donde podían ir cayendo los volantes para terminar rozando el suelo y tapar las piernas femeninas, con el objetivo de no enseñarlas cuando iba montada a la grupa del caballo y por lo que se añadieron también, las enaguas con encajes que se repartían una vez montada, para tal fin.


Juan Cardona Llados
Camino de la feria
1913 Óleo
Luego, se fue complementando con los “avíos” más o menos lujosos y lo que fue un mantoncillo o mantón sencillo, se cambió por lujosos mantones bordados traídos por entonces de Manila. Las flores para completar un peinado de moño bajo y que eran naturales (macetas de claveles había normalmente en todas las casas), zarcillos, peinecillos o peinetas, zapatos de lunares a juego si el vestido era de ese estampado o bien lisos, pero siempre de tacón medio para facilitar el baile, etc.
Este traje es el único español y regional, que cambia todas las temporadas para ceñirse a la moda impuesta, pero siempre respetando la forma.Se ha complementado con combinaciones y sayas de encajes y tiras bordadas si el vestido es menos entallado y el vuelo sale de las caderas o cintura. Unas veces el vestido será más o menos largo.

Fletcher Sibthorp
Clasical (classical pose)
( Postura de Clásica)
Giclee sobre lienzo
El talle alto o bajo, con volantes de capa o de corte normal y colocados a la cintura, cadera o más abajo aún. Con manga al codo, larga o sin ella. Estampado o de color liso, con más o menos pasamanería. Escote en pico, redondo, cuadrado con fleco o no, pero siempre alegre y llamativo y del que ha resultado la bata rociera (más cómoda y rudimentaria) o el traje de cola, lujoso y con poderío para que la bailaora pueda moverla con gracia y haga de este baile un juego de malabares.
Nani