Guitarra :Gerardo Núñez
Sevilla "Calima"
Gonzalo Bilbao Martínez
Pintor español
Sevilla 1860 - Madrid 1938
"Mujer sevillana con guitarra" Óleo Gonzalo Bilbao Martínez |
Con una luminosa vista de Sevilla al fondo y algunos efectos lumínicos de los que tanto podía hacer gala, un lienzo sencillo pero colorista y atractivo. Gonzalo Bilbao arrancó de la estética y técnica impresionista y llegó a captar la luz, el color y el ambiente de su ciudad natal.
Retrato "La Juerga" Gonzalo Bilbao Martínez Óleo |
El representante más popular de la pintura sevillana en los años que marcan el tránsito del siglo XIX al XX.Gonzalo Bilbao Martínez, nació en Sevilla, el 29 de mayo de 1860.
Licenciado en Derecho, su verdadera vocación la encontró en la pintura, siendo en este sentido uno de los pintores más relevantes después de Joaquín Sorolla. Sin perder el sabor tradicional, su pincelada suelta y decidida llega en su momento a aproximarse al procedimiento utilizado por los impresionistas.
Temáticamente estuvo inmerso en su tierra, llevó a sus lienzos la vida cotidiana de Sevilla, en algunas ocasiones incluso con acentos de crítica social. Indudablemente no podía dejar de lado el flamenco, generosamente representado en óleos titulados: Tablao flamenco, Baile gitano, Guitarrista, En la feria de Sevilla, La Romería del Rocío, Campamento de gitanos, La cupletista o el retrato de La coralito. En el extraordinario legado pictórico de Bilbao predominan las escenas costumbristas sevillanas; los paisajes y el género del retrato.
Capítulo aparte merecen las obras del eminente pintor de las Cigarreras de Sevilla ,inmortalizadas en célebres lienzos.
Carmen Díaz fue una de las principales figuras del teatro español de los años veinte y treinta; uno de sus mayores éxitos fue la obra Morena clara, de Antonio Quintero y Pascual Guillén, estrenada en el Teatro Cómico de Madrid la noche del 8 de marzo de 1935.
“La Ilustración Artística”. Nº 1042. Madrid, 1901. Reproducido en portada (Anuario, pág. 809) “Historia de la Pintura Sevillana: siglos XIII al XX”. Enrique Valdivieso. Ediciones Guadalquivir. Sevilla.1986. Referenciado pág. 435.
Apunte biográfico:
Hijo de un pudiente propietario sevillano y hermano del escultor Joaquín Bilbao, se inicia desde niño en el dibujo alentado por José Jiménez Aranda. Por exigencia de su padre, emprende los estudios de Derecho, que alterna con los de pintura así como con los de música (llegando a ser organista).
En 1880 termina los estudios de leyes, carrera que nunca llegó a ejercer, dedicándose desde entonces con exclusividad a la pintura. Su padre, en premio a sus excelentes resultados, le costea un viaje a Italia y a Francia junto al pintor José Jiménez Aranda. Durante su estancia en París, visitaron numerosos museos, galerías particulares y estudios de algunos artistas franceses y españoles que se hallaban pensionados en la capital francesa.
En Italia permaneció por espacio de tres años, estableciéndose en Roma, donde estuvo trabajando en compañía del pintor José Villegas Cordero y viajó por las diferentes capitales italianas (como Nápoles y Venecia), donde pintaba vistas urbanas y rurales. En 1884 vuelve a España. Es entonces cuando entra en relación con Palmaroli, que le sirve de consejero. Dos años después vuelve a Roma para quedarse allí por espacio de un año.
De vuelta de nuevo a España, su personalidad inquieta le impide acostumbrarse a la vida en Sevilla, de modo que se mueve constantemente por todo el territorio del país en busca de paisajes que pintar. Sus preferidos se encuentran en Toledo y Segovia. No tarda en planear nuevos viajes, y emprende uno con Andrés Parladé para conocer Marruecos. De allí parte para París, donde quiere conocer las últimas tendencias artísticas y aprovecha para vender los cuadros que produjo en su estancia en Marruecos (también hizo venta de los mismos en Múnich).
A su regreso a España, continúa su actitud viajera, visitando Fuenterrabía, Toledo, Jerez de la Frontera (Cádiz) y Sevilla entre otras ciudades.
Ejerció también de profesor de pintura, primero de modo particular y a partir de 1903 como sucesor de José Jiménez Aranda en la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría en Sevilla, siendo discípulos suyos, entre otros, Vázquez Díaz y Eugenio Hermoso. En 1904 contrae matrimonio con María Roy Lhardy, hija de un banquero francés y madre suiza afincado con residencia en Madrid.
También fue aprendiz de los copistas del Museo del Prado, reproduciendo obras de Velázquez, Francisco de Goya.
A su muerte, su viuda donó al Museo de Bellas Artes de Sevilla una importante colección de sus obras, consagrándole de esta forma una sala permanente en el mismo. Le sucedió en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid el pintor extremeño Eugenio Hermoso que había sido discípulo suyo en Sevilla.
Licenciado en Derecho, su verdadera vocación la encontró en la pintura, siendo en este sentido uno de los pintores más relevantes después de Joaquín Sorolla. Sin perder el sabor tradicional, su pincelada suelta y decidida llega en su momento a aproximarse al procedimiento utilizado por los impresionistas.
Temáticamente estuvo inmerso en su tierra, llevó a sus lienzos la vida cotidiana de Sevilla, en algunas ocasiones incluso con acentos de crítica social. Indudablemente no podía dejar de lado el flamenco, generosamente representado en óleos titulados: Tablao flamenco, Baile gitano, Guitarrista, En la feria de Sevilla, La Romería del Rocío, Campamento de gitanos, La cupletista o el retrato de La coralito. En el extraordinario legado pictórico de Bilbao predominan las escenas costumbristas sevillanas; los paisajes y el género del retrato.
Capítulo aparte merecen las obras del eminente pintor de las Cigarreras de Sevilla ,inmortalizadas en célebres lienzos.
Retrato de la actriz
sevillana Carmen Díaz 1928 Óleo "Rosa María" Gonzalo Bilbao Martínez |
"La buenaventura" 1901 Óleo Gonzalo Bilbao Martínez |
Apunte biográfico:
Hijo de un pudiente propietario sevillano y hermano del escultor Joaquín Bilbao, se inicia desde niño en el dibujo alentado por José Jiménez Aranda. Por exigencia de su padre, emprende los estudios de Derecho, que alterna con los de pintura así como con los de música (llegando a ser organista).
En 1880 termina los estudios de leyes, carrera que nunca llegó a ejercer, dedicándose desde entonces con exclusividad a la pintura. Su padre, en premio a sus excelentes resultados, le costea un viaje a Italia y a Francia junto al pintor José Jiménez Aranda. Durante su estancia en París, visitaron numerosos museos, galerías particulares y estudios de algunos artistas franceses y españoles que se hallaban pensionados en la capital francesa.
En Italia permaneció por espacio de tres años, estableciéndose en Roma, donde estuvo trabajando en compañía del pintor José Villegas Cordero y viajó por las diferentes capitales italianas (como Nápoles y Venecia), donde pintaba vistas urbanas y rurales. En 1884 vuelve a España. Es entonces cuando entra en relación con Palmaroli, que le sirve de consejero. Dos años después vuelve a Roma para quedarse allí por espacio de un año.
De vuelta de nuevo a España, su personalidad inquieta le impide acostumbrarse a la vida en Sevilla, de modo que se mueve constantemente por todo el territorio del país en busca de paisajes que pintar. Sus preferidos se encuentran en Toledo y Segovia. No tarda en planear nuevos viajes, y emprende uno con Andrés Parladé para conocer Marruecos. De allí parte para París, donde quiere conocer las últimas tendencias artísticas y aprovecha para vender los cuadros que produjo en su estancia en Marruecos (también hizo venta de los mismos en Múnich).
A su regreso a España, continúa su actitud viajera, visitando Fuenterrabía, Toledo, Jerez de la Frontera (Cádiz) y Sevilla entre otras ciudades.
Ejerció también de profesor de pintura, primero de modo particular y a partir de 1903 como sucesor de José Jiménez Aranda en la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría en Sevilla, siendo discípulos suyos, entre otros, Vázquez Díaz y Eugenio Hermoso. En 1904 contrae matrimonio con María Roy Lhardy, hija de un banquero francés y madre suiza afincado con residencia en Madrid.
También fue aprendiz de los copistas del Museo del Prado, reproduciendo obras de Velázquez, Francisco de Goya.
A su muerte, su viuda donó al Museo de Bellas Artes de Sevilla una importante colección de sus obras, consagrándole de esta forma una sala permanente en el mismo. Le sucedió en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid el pintor extremeño Eugenio Hermoso que había sido discípulo suyo en Sevilla.
Fuente:
Colaboradores de Wikipedia. Gonzalo Bilbao Martínez [en línea]. Wikipedia, La enciclopedia libre, 2012 [fecha de consulta: 24 de junio del 2012]. Disponible en
http://es.wikipedia.org/wiki/Gonzalo_Bilbao_Mart%C3%ADnez