11 may 2012

La Chiquita Piconera


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En el brasero
Serrana-Alegrías de Córdoba-Fandango
Cante:Juanito Valderrama


Chiquita Piconera con el brasero.
Así te esta pintado Julio Romero
[Serrana]
«Por las calles cordobesas
pisando silencio y luna
va con su perro el pintor
en soledad de fortuna.
¡Córdoba,su Córdoba!.
La lleva dentro del alma
en sueño de fantasía
como herida de sus venas
sangrando por alegrías»

Chiquita Piconera con el brasero.
se está quemando el alma Julio Romero

[Alegrías de Córdoba]

Julio Romero de Torres
Córdoba 1874 -Córdoba 1930
"La Chiquita Piconera".

En la obra “La Chiquita Piconera”, el viejo pintor de Córdoba, proyectó la vida, esperando, como mujer enamorada, al hombre que le ofreciera la dimensión que soñaba. Es que, Julio Romero de Torres, dejó prendido en aquel cuadro, valiéndose de la simbología de una mujer cordobesa, una vida que le seguía esperando, cuando la existencia comenzaba a huir como los ecos de un fandango, los quejidos de una soleá, los notas místicas de una nana o el dolor religioso de una saeta. La grandeza y transcendencia de una vida que embelleció por medio de sus pinceles.
Manuel Marín Campos (1)
"La Chiquita Piconera"

Ha sido sublimizada y poetizada: su historia, su nombre y el pintor que la creara.
Entre enero y febrero de 1930 Julio Romero de Torres concluye“La Chiquita Piconera”, uno de sus cuadros más hermosos, considerado el auténtico testamento pictórico del pintor, en él sintetiza toda su concepción de la pintura y del arte.

En un retrato pleno de madurez, el maestro legó para la posteridad, la inquietante mirada de la bellísima y solitaria joven inclinada sobre el brasero de cobre, un ideal de belleza plasmado en una sóla mujer, argamasa de pasión y frialdad; dulzura y desencanto, de nostalgia y presencia.

La musa de sus últimos años es todavía una adolescente. Está sentada en la gastada silla de enea; calienta sus pies y remueve con la badila algunos picones encendidos en el brasero. Arden añejas esperanzas en la honda melancolía y un fulgor ilumina la ciudad; todo ese colorido rojo parece provenir del mantón de lana que la chiquita tiene al lado. La humilde habitación contrasta con su atuendo atrevido y perturbador.Ella mira fijamente al pintor con sus ojos oscuros, profundos, insondables como sus propias tribulaciones.

En segundo plano el sombrío atardecer parece preludiar la muerte cercana del maestro, y, bajo éste, la ciudad de Córdoba: los barandales de la Ribera, el río Guadalquivir, el Puente Romano y la Torre de la Calahorra; la ciudad que pocas veces estuvo ausente de sus obras.

¡Ay Piconera!
A la lumbre del brasero,
la Chiquita Piconera,
espera a Julio Romero
que viene por La Ribera
y para pintar un lucero.

[Fandango]

La dama de serena belleza que posó para Julio Romero de Torres fue María Teresa López.
Eternizada por el pintor en “La mujer Cordobesa” cuadro que hizo para el anuncio Bodegas de Cruz Conde; inmortalizada en el célebre cuadro “La Fuensanta” que sirvió para ilustrar una de las caras de uno de los billetes de cien pesetas de la época y la protagonista de varios estudios de expresión;falleció el 26 de Mayo de 2003(a los 90 años de edad).

Fuentes.
(1)Manuel Marín Campos.Julio Romero de Torres; intérprete pictórico de los cantares de Andalucía.Revista de Flamencología.Disponible en http://flun.cica.es/flamenco_y_universidad/bdrevistas/repositorioPaginas/REVISTA_DE_FLAMENCOLOGIA/n21/096.pdf
(2)Catálogo de la Exposición.Julio Romero de Torres.Museo de Bellas Artes de Bilbao. Bilbao, 2002.

Enlace recomendado.
La chiquita piconera: el testamento pictórico de Romero de Torres
Coincidiendo con la exposición que el Museo Carmen Thyssen dedica al artista cordobés, analizamos el último y más popular de sus cuadros
Por: María Jesús Pérez Ortiz